Tradicionalmente, la sociedad española consideraba que alquilar era una forma de tirar el dinero. Sin embargo, cuando llegó la crisis inmobiliaria esta tendencia cambió y el alquiler empezó a ganar más relevancia. Aunque el mercado inmobiliario se haya recuperado, muchas personas (y especialmente jóvenes) siguen prefiriendo alquilar a comprar. Ahora intentaremos solucionar tu duda: ¿Deberías alquilar eternamente?
La crisis económica también ha hecho que los jóvenes especialmente se decidan a alquilar antes que a comprar. No solo porque la situación laboral era incierta, sino porque tampoco estaba claro que pudieran quedarse en el país o que fueran a encontrar trabajo en otro lugar. El alquiler, frente a la compra, da al inquilino una flexibilidad mayor.
Te da el poder de no atarte a un sitio y moverte con más facilidad. Pero por otro lado, si te dedicas a alquilar diferentes lugares y solo residir en ellos de forma temporal, es muy posible que nunca te encuentres del todo a gusto en una casa, y que no llegues a sentir que es tu hogar, porque no lo consideras tuyo.
¿Derrama en la comunidad? Ese concepto no está en tu vocabulario ya que es el propietario de la casa quien ha de hacer frente a este tipo de pagos. Tú pagas el alquiler de la vivienda (con gastos de agua y luz incluidos, o no) ¡y te olvidas del resto! Esto te da cierta libertad, aunque dependes de los propietarios de la casa para poder hacer reformas, obras o cambios en la vivienda.
Puede que en ocasiones tu casero no te preste la atención que esperas por su parte, y eso puede causarte frustración en ocasiones.
Otra cosa positiva del alquiler permanente es que, en función de tus ingresos, puedes escoger una vivienda u otra. Si tu situación económica mejora, podrás residir en una vivienda mejor. Si por el contrario, dispones de menos dinero en una época de tu vida, puedes ahorrar buscando una residencia en alquiler con un precio inferior.
Este es el problema que surge al alquilar eternamente. La casa realmente no es tuya. Imagina que pasas el suficiente tiempo alquilando una casa como para encontrarte a gusto en ella y sentirla de tu propiedad. Es posible que te decidas a hacer una oferta a los propietarios para comprar la casa, y que finalmente sea de tu propiedad.
Imagina que rechazan tu oferta o que planean en un futuro recuperar su vivienda y tienes que irte. Surge un problema que únicamente puedes solventar siendo el propietario de tu propia casa.
Aunque es una inversión a largo plazo, es también interesante comprar una vivienda y pensar que quizás en un futuro no te quieres ir. Además, podrás alquilarla también y obtener rentabilidad de ella.
Exacto. A largo plazo, una vivienda es una inversión. Cuando nos jubilamos, tener una casa pagada es un factor de seguridad que muchas personas buscan. Si has decidido alquilar eternamente, no tendrás este colchón en tu jubilación.
Ya sabes los pros y contras de alquilar eternamente. La recomendación final es que analices cómo estás ahora y cómo te ves en el futuro para poder tomar la decisión adecuada. Comprar una propiedad es una decisión importante y tiene su riesgo, pero es una inversión a largo plazo que te traerá beneficios y seguridad.
Recuerda que, tanto para alquilar como para comprar, puedes contar con una agencia inmobiliaria que facilitará tu proceso y te ayudará a encontrar el hogar que estás buscando. Uno perfecto para ti. En Finkas ng ese es nuestro propósito. Contacta con nosotros.
¡Te estamos esperando!